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Baja el nivel de satisfacción con los sistemas de salud en Europa pero se mantiene en España

El STADA Health Report subraya que los principales factores de insatisfacción incluyen dificultades para acceder a citas médicas, la calidad de los servicios o la falta de personal sanitario.

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La décima edición del STADA Health Report revela un panorama preocupante para los sistemas de salud europeos, con una satisfacción general que ha caído al 56%, una disminución de 18 puntos porcentuales desde el año 2020. Esta tendencia negativa destaca la necesidad de reformas en el sector sanitario. A pesar de este declive general, España se sitúa entre los países más satisfechos, con un 71% de la población expresando su aprobación, posicionándose entre los cinco primeros de Europa, junto a Bélgica, Suiza, Dinamarca y Austria.

El estudio, basado en una encuesta a 46.000 europeos de 23 países, subraya que los principales factores de insatisfacción incluyen dificultades para acceder a citas médicas, la calidad de los servicios, la falta de personal sanitario y una creciente desconfianza en los responsables políticos. Especialmente notable es el caso de Hungría, donde el 72% de los encuestados consideran su sistema de salud insuficiente, seguido por Kazajistán (67%) y Serbia (65%). Por el contrario, España ha mantenido una satisfacción relativamente alta, destacando el acceso al consejo médico y farmacéutico, la disponibilidad de medicamentos y los servicios de salud preventiva.

Salud y prevención: los españoles a la cabeza

A pesar de los desafíos en el sector sanitario, los españoles destacan por su compromiso con el cuidado personal y la prevención. El 41% de la población se somete a chequeos preventivos de salud, superando la media europea del 33%. Además, el 62% de los españoles practican actividad física regularmente, frente al 50% promedio en Europa. Este enfoque proactivo hacia la salud es indicativo de una tendencia positiva, donde un 89% de los europeos se involucra en al menos una actividad para mejorar su bienestar general, ya sea mediante ejercicio físico, una dieta equilibrada o actividades que fomenten la salud mental.

Por otro lado, a pesar de la insatisfacción con los sistemas de salud, la confianza en la medicina ha aumentado, con un 69% de los europeos confiando "en gran medida" o "totalmente" en la medicina convencional. Este incremento de 7 puntos porcentuales respecto a 2022 es más pronunciado en Finlandia (84%) y España (82%). Los factores que fortalecen esta confianza incluyen el asesoramiento de profesionales de la salud y la evidencia científica que respalda la medicina, aspectos valorados especialmente por los españoles (52% y 50% respectivamente). Además, la regulación y control de los servicios sanitarios, que aseguran la calidad, es otro pilar importante para la confianza del público.

En cuanto a la salud mental, la percepción ha empeorado, con solo el 65% de los europeos describiendo su salud como "muy buena o buena", dos puntos menos que en 2023. En España, sin embargo, esta percepción es ligeramente más positiva, con un 62% de la población evaluando su salud de manera favorable, un incremento de un punto respecto al año anterior.

Principales conclusiones del estudio

El STADA Health Report, un estudio representativo que ya cumple su décima edición, es un reflejo crucial de las opiniones de los europeos en relación con la salud. Peter Goldschmidt, CEO de STADA, subraya la importancia de abordar la disminución de la satisfacción con los sistemas de salud: "La satisfacción con la atención sanitaria ha disminuido por cuarto año consecutivo, una tendencia alarmante que necesitamos comprender, abordar y revertir, junto con los responsables políticos, reguladores, médicos y farmacéuticos."

El informe también destaca la creciente tendencia hacia el autocuidado entre los europeos, lo cual es una señal alentadora en medio de un contexto de insatisfacción general con los servicios de salud pública. Este estudio no solo proporciona una visión de las tendencias actuales, sino que también ofrece propuestas para mejorar la atención sanitaria en Europa, abogando por un enfoque integrado que combine políticas eficaces, servicios de calidad y un fuerte énfasis en la prevención y el autocuidado.