Situar en un tiempo inferior a 45 días de demora media las esperas para cirugías, consultas externas y pruebas diagnósticas es el nuevo objetivo del Plan de listas de espera en la sanidad pública madrileña para el periodo 2022-2024. Así lo anunció la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, durante el Debate sobre el Estado de la Región de mediados de septiembre.
Para reducir a la mitad los tiempos máximos de atención, el Ejecutivo regional destinará 215 millones de euros en los próximos tres años. Además de la inversión, la nueva estrategia para acortar las listas de espera establecerá diferentes criterios de priorización.
Así, por ejemplo, se fija un máximo de 45 días para cirugía cardíaca, valvular o coronaria. Para intervenciones como cataratas o prótesis de cadera el tiempo máximo se situará en 60 días mientras que en los procedimientos más comunes como hernias discales, artroscopia de rodilla, varices, fístulas, hemorroides… la espera máxima se establecerá por debajo de los 90 días. En intervenciones más urgentes, esto es para cirugías de procesos oncológicos, se mantendrá el tope actual de un mes.
Según los datos del último informe de Sanidad sobre listas de espera a nivel estatal, el País Vasco y la Comunidad de Madrid son las autonomías que presentan los tiempos más bajos, 71 y 73 días respectivamente, para intervenciones quirúrgicas. Sin embargo, el empeño del Gobierno madrileño es, según el consejero de Sanidad Enrique Ruiz Escudero, “ser más ambiciosos” y que “los madrileños sigan siendo los que menos esperan para ser atendidos”.
Más profesionales en plantilla y mejora de infraestructuras y equipamiento médico
Además de la partida presupuestaria de la que dispondrá el nuevo plan y los criterios de priorización, se contemplan más cambios orientados a ofrecer una atención más completa y en menor tiempo a los madrileños. El primero de ellos, es el refuerzo de personal sanitario. Según el Gobierno autonómico, se contempla la incorporación de más de 32.000 profesionales antes del 31 de diciembre de 2024, fortaleciendo así la plantilla del Sermas.
Por otra parte, se seguirá reformando la Atención Primaria para que sea más accesible y ágil para la población. Son varias las vías planteadas para que el primer eslabón de la sanidad pública sea más resolutiva: por una parte, la implementación de asistentes virtuales que ayudarán a los madrileños a pedir una cita. Por otra, la ampliación de las agendas para dar cabida a más consultas y disminuir así los tiempos de espera.
Además, se contempla que exista una mayor integración entre la atención primaria y los hospitales, de manera que el médico de cabecera pueda solicitar mayor número de pruebas diagnósticas y que el proceso para el paciente resulte más sencillo. Por último, el papel de la enfermería se verá reforzado, atendiendo a procesos de baja complejidad y realizando seguimiento de pacientes crónicos.
Según anunció Díaz Ayuso, antes de que acabe el año se implantará en todos los centros de salud ecógrafos, facilitando de esta manera el acceso a esta prueba diagnóstica tan solicitada, una medida que se prevé que ayudará a reducir las listas de espera.
Y con el objetivo de descongestionar las consultas, se va a incorporar el sistema de videoconsulta en toda la red pública madrileña.
Respecto a la mejora de infraestructuras sanitarias, en los próximos años la Comunidad tiene previsto poner en marcha 30 centros de salud, además de remodelar y mejorar 255 de los actuales. Una apuesta por modernizar y ampliar los espacios sanitarios, así como procurarles mejores equipos médicos. Sin ir más lejos, el Gobierno madrileño anunció que incorporará 140 equipos oncológicos e instalará robots Da Vinci en siete centros.